Kanciones

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jueves, 8 de marzo de 2012

Epopeya del Valeroso Soldado Gabacho

La extrema valentía del soldado francés es famosa en el mundo entero. "Si quieres tener una buena batalla, declara la guerra a los franceses", suele decirse. A lo largo de la historia hay numeroso ejemplos que demuestran que eso es así. Sin echar demasiado la vista atrás, tenemos la gloriosa actuación de los soldados franceses en las dos guerras mundiales. ¡Qué forma más valerosa de retroceder ante el empuje de las tropas alemanas! ¡Qué valentía a la hora de mostrar sumisión al invasor! ¡Con qué orgullo limpiaban y lustraban las botas de sus enemigos!

La manera típica de proceder de estos aguerridos soldados es mundialmente conocida. Mientras no han empezado las hostilidades, se muestran en vanguardia, pavoneándose, mostrando su elegante uniforme y el plumífero penacho de su casco, que se mueve, como mecido por el viento, debido al extraño tembleque de su portador; al silbar la primera bala, desaparecen del frente con varonil velocidad y muestran su hombría compitiendo entre ellos a ver quién es el más veloz, el primero en abandonar el campo de batalla.

Musicalmente hablando, es nuestra primera incursión en el género épico, el primer Epic-Punk. Un tema muy extenso con múltiples variaciones de la melodía y la base rítmica - eso sí, sin variar el tempo (ver deKálogo).


Epopeya Del Valeroso Soldado Gabacho from GorrinoZ on Myspace.

"Esta es la historia sobre la valentía de un soldado francés que se convirtió en leyenda por sus heroicas acciones en el campo de batalla y que fue el orgullo de su país. De ahí que escribieran este poema épico en su honor, para que sirviera de ejemplo a todos los ciudadanos del país gabacho."

El ejército franchute
más soldados requería.
Al juvenil François
le tocó la lotería.
En la plaza de la aldea,
esperando el transporte,
mostrando una gran pena,
se despidió su cohorte.
Iban rumbo a las Ardenas,
donde esperaba el frente,
que distingue de las nenas
a los fieros combatientes.

François regresa catando:
"Alons enfants de la patrie".
Apesta a queso y a cebolla
y atrae, a moscas, mil.
Ante las mozas del pueblo
cuenta grandes hazañas.
De sus gestas alardea.
"Me merezco una medalla".
Muestra en piernas y brazos
vendajes ensangrentados.
Todos están orgullosos;
François es homenajeado.

Ha llegado al pueblo
un soldado americano.
Viene muy contento:
"La guerra ya ha acabado".
Al ver a François
su cara ha cambiado;
ya no está contento,
está encabronado.
El soldado John Smith
tiene mucho que contar.
La versión del aliado
todos quieren escuchar.

"Cuando todo estaba en calma
permanecía en la vanguardia,
mostrándose ansioso
por entablar batalla.
Pero iba bien abrigado
y no hacía mucho frío;
sin embargo, el tiritaba
sus dientes castañeteaban.
Al iniciarse la contienda,
se dio la media vuelta,
lanzó el fusil a su espalda,
corrió más que las balas.
Al verlo pasar
como una exhalación,
todos le cantaban
esta canción:"

Corre gabacho, ya.
No te detengas más.
Delante está tu hogar.
El frente queda atrás.
Acelera François
que Pier te va a alcanzar.
Adelanta a Jean Paul
y no mires atrás.
Corre gabacho, ya.
No te detengas más.
Corre gabacho, ya.
No te detengas más.

(solo de guitarra)

François se defiende 
negando con la cabeza.
"Yo soy un valiente:
Tengo heridas de guerra."
Iracundo, John Smith
se comporta como un salvaje,
se abalanza sobre François 
y le arranca los vendajes.
Sus piernas y sus brazos,
sin heridas ni suturas,
están inmaculados,
sólo rojos de pintura.

El relato bochornoso
no sonroja a los presentes.
Ha caído en saco roto.
No indigna a los oyentes.
Todos los aldeanos
felicitan a François:
"Estás entre nosotros.
El resto... ¿qué más da?"
Aplauden al gallina,
al valiente abuchean
y hacen de la cancioncilla
el nuevo himno de la aldea.

Corre gabacho, ya.
No te detengas más.
Delante está tu hogar.
El frente queda atrás.
Acelera François
que Pier te va a alcanzar.
Adelanta a Jean Paul
y no mires atrás.
Corre gabacho, ya.
No te detengas más.
Corre gabacho, ya.
No te detengas más.

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domingo, 4 de marzo de 2012

Christina Rosenvinge

Los que tenemos una cierta edad recordamos, al echar la vista atrás, con enorme ternura que amenaza la integridad de nuestros tejanos, a una joven y hermosa Christina Rosenvinge, uno de los primeros iconos sexuales de nuestra recién estrenada juventud, vestida con su escueta mini-falda, sus insinuantes medias rotas y sus botas hasta más allá de las rodillas.
Cantaba canciones para imberbes en el mítico dúo llamado "Álex y Christina". Dúo que es más recordado - al menos por nuestra parte -  por la belleza juvenil de Christina que por sus canciones, de la que sólo alcanzamos a recordar aquella que dice:
"Cuando crees que me ves,
cruzo la pared.
Hago ¡chas! y aparezco a tu lado".

Tocó en otras bandas y ahora, desde hace ya muchos años, lo hace en solitario; tiene una gran cantidad de discos. GorrinoZ podemos decir, y es algo que nos llena de orgullo y satisfacción, que hemos disfrutado de todos y cada uno de ellos.

Sirva esta tierna canción como homenaje, apología también, a esta maravillosa artista.


Christina Rosenvinge from GorrinoZ on Myspace.

Christina Rosenvinge,
tus discos... ¡cómo me agradan!.
Puedo frotar mi pene
contra tu foto en la portada.

Ya en mi discoteca
no los guardo... hace mucho.
En el baño los tengo...
para cuando me ducho.

Estribillo (x2):
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.

Más, a decir verdad,
nunca los he escuchado
pero, sabe Dios, 
que los he disfrutado.

De tus hermosos posters...
Lo confieso, tengo varios.
Pero están muy manchados
y algo acartonados.

Estribillo (x2):
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.

(guitar solo)

¡Cómo añoro tus singles!...
de agujero penetrable.
Por no hablar de los vinilos,
ya en estado lamentable.

Christina Rosenvinge,
tus discos... ¡cómo me agradan!.
Puedo frotar mi pene
contra tu foto en la portada.

Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
y me quedo aliviado.
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! Hago ¡chas!
Hago ¡chas! ¡chas! ¡chas!
y me quedo aliviado.

Hago ¡chas! 


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